Desde la comunidad de Ciudad Juan Bosch emergen historias que inspiran y reflejan el esfuerzo de estudiantes, docentes y familias comprometidas con el crecimiento personal y académico de los jóvenes. Así lo demuestran Zoe Lisbeth Núñez y Liah Mabel Peña Sánchez, dos estudiantes del Politécnico Evangelina Santos de Vergés que han conquistado lugares de honor en las olimpiadas organizadas por el Ministerio de Educación.

Zoe obtuvo el primer lugar en la Olimpiada de Ciencias Sociales, categoría B, Regional 10, mientras que Liah alcanzó el segundo lugar en las Olimpiadas Regionales de inglés. Detrás de estos logros hay disciplina, compromiso y un entorno que ha favorecido su desarrollo: Ciudad Juan Bosch.

Liah: a solo unos pasos del aula y a grandes pasos de sus sueños

Liah, de pensamiento agudo y gran expresividad, se describe como una estudiante que no se sorprendió por su triunfo: “Fui pensando que iba a ganar, y sí, gané. El inglés es lo que domino”.

Desde los exámenes distritales hasta la etapa regional, enfrentó pruebas orales, escritas y de comprensión auditiva, incluso presentaciones artísticas en inglés.

El entorno en Ciudad Juan Bosch ha sido clave para su rendimiento. Vive frente al politécnico, lo que le permite trasladarse caminando. Valora la tranquilidad del sector, la disposición de los profesores y la apertura para debatir ideas en clase: “Aquí uno puede expresarse, aprender y destacarse. El ambiente es muy agradable”.

Zoe: disciplina, pasión por el saber y el sueño de vivir más cerca de su escuela

Con apenas 12 años, Zoe transmite seguridad y entusiasmo. “Aprendí lo divertido que es participar en una competencia y la importancia de esforzarse antes de un examen”, dice con una sonrisa. Representó con orgullo a su centro en la Olimpiada de Ciencias Sociales, a pesar de las limitaciones de conectividad en su zona de residencia: “Me gustaría vivir en Ciudad Juan Bosch. Estudiar aquí me gusta, y vivir más cerca facilitaría todo”, expresó con ilusión.

El apoyo familiar: base del éxito

Liah ha contado con un respaldo incondicional de sus padres, quienes han sabido reconocer sus talentos desde pequeña. “Nosotros le dimos la motivación inicial para estudiar inglés, pero el mérito es suyo. Ella ha sido constante, disciplinada, autodidacta”, explica su padre, quien ahora trabaja de manera remota para estar más presente en casa.

Con cuatro años viviendo en Ciudad Juan Bosch, reconocen el cambio radical respecto a su antiguo sector, Los Mina: “Aquí hay tranquilidad, hay comunidad, hay un esfuerzo por mantener un entorno digno y seguro para las familias”.

La madre de Zoe también se mostró profundamente orgullosa de su hija. Y aunque no viven en Ciudad Juan Bosch, reconoce que, de hacerlo, Zoe pudiera estar más tranquila y segura: “Ha demostrado que con esfuerzo se puede. Yo haré todo lo posible para que pronto vivamos aquí”.

Maestras comprometidas con el talento estudiantil

Las profesoras de inglés y ciencias sociales del Politécnico Evangelina Santos coinciden: el entorno y la visión del centro juegan un papel esencial. “Liah tiene un gran potencial, pero también valores. Y este logro no es solo suyo, sino del equipo. Trabajamos unidos por nuestros estudiantes”, afirmó la profesora de inglés.

La docente de Ciencias Sociales expresó con emoción que Zoe ha sido una estudiante brillante, con alta capacidad analítica y sensibilidad social. “Aquí hemos podido identificar y acompañar a los estudiantes con talentos. El plantel, fundado en 2023, ha sido un refugio de oportunidades. Ciudad Juan Bosch brinda seguridad, estructura y paz para que el aprendizaje florezca”.

Además, destacó una diferencia clave: “Vengo de una zona rural de Monte Cristi. Adaptarme fue un reto, pero aquí he visto cómo los padres se sienten tranquilos al dejar a sus hijos. Eso, para un maestro, significa mucho”.

Ciudad Juan Bosch: un modelo de desarrollo humano

Este proyecto habitacional se ha convertido en una comunidad donde la educación, la cultura y la seguridad han permitido que jóvenes como Zoe y Liah puedan sobresalir. Las familias, al encontrar un entorno estructurado y con acceso a servicios esenciales, logran acompañar más de cerca a sus hijos.

Como bien dijo el padre de Liah: “No se trata solo de que estudien lo que uno quiere, sino de descubrir en qué son fuertes y darles herramientas. Ciudad Juan Bosch nos ha dado esa tranquilidad para poder acompañarlas en su camino”.

Las historias de Zoe y Liah son una muestra de que, cuando se conjugan talento, apoyo familiar, docentes comprometidos y un entorno adecuado, los resultados son extraordinarios. Ciudad Juan Bosch no es solo un lugar para vivir, sino un espacio donde florecen sueños, se construyen trayectorias y se forman los líderes del mañana.